miércoles, 28 de junio de 2006

Gritos de soledad...

GRITOS DE SOLEDAD

Lejos de aquel laberinto
Cadenas malditas que atan mi libertad,
Gritos silenciosos que claman mi soledad,
Mezclas de gemidos absurdos penetrados en mi realidad

Palabras que se inmutan en mi alma
Y la carcomen deliciosamente
Apartado y escondido de mi suicidio
Asesinado de amor por mi mismo corazón

Sombras inundadas en suspiros sollozos,
Lagrimas sedientas que escupen dolor
Y se tragan amor.

Reclamos que consumen mi sangre
Y se transmutan en el limbo de mi soledad

Heridas de placer,
Sonrisas de dolor
Gritos silenciosos
Y suspiros falsificados
Palabras no escuchadas
Y ahora gritos no pronunciados
Miradas marchitadas
Con el alma recortada

Solo acompañando a mi malestar,
Triste con algo para sonreír
Y sonrisas por las cuales llorar,
Ahogada en esta profunda soledad

Laberintos solitarios
Y soledades sin salida
Suspiros, gemidos y gritos
Convertidos en ecos repetidos

Simplemente mis gritos de soledad aun no escuchados y tampoco pronunciados, 
Lejos de mi soledad, esperando el sonreír de esta para llorar con ella desde el purgatorio de mis penas

martes, 27 de junio de 2006

Quiero ser...




Quiero ser el rostro que tú ves cuando cierras tus ojos, 
quiero ser la caricia que necesitas cada noche, 
quiero ser tu fantasía, y ser tu realidad, y mucho más... 
Quiero que me necesites como el aire que respiras, 
quiero que me sientas en todo, quiero que me veas en cada sueño tuyo, 
del modo en que te siento, respiro, necesito... quiero que me necesites,
como yo te necesito... Quiero ser los ojos que miran profundamente en tu alma, 
quiero ser el mundo para ti y quererlo todo, quiero ser el más profundo beso... 
las respuestas para tus deseos y todo lo que necesites... 
Porque te necesito más de lo que podría saber, y necesito que no me dejes ir, 
y necesito estar dentro de tu corazón, y sólo quiero estar en cualquier parte que estés...

domingo, 25 de junio de 2006

Creo en ti...






Creo en tí... porque me presientes,
porque conoces mi sentir...
porque el tiempo se detiene a tu lado,
porque tu alma siempre quiere encontrarme.

Creo en tí, porque eres incondicional,
porque eres astucia reflexiva, porque te entregas...
porque existe el respeto entre tu y yo,
porque observas y analizas mi silencio.

Creo en tí... porque sabes como soy,
porque sabes lo que pienso...
porque eres explosión repentina,
porque tus retos son desafiantes.

Creo en tí, porque aniquilas la soledad,
porque sabes discutir y polemizar ...
porque eres advertencia,
porque me das tu atención y seguridad.

Creo en tí... porque confías en que yo te siga,
porque estás en mis momentos mas oscuros...
porque luchas para conseguir mi tranquilidad,
porque eres como yo.

Creo en tí, porque me entregas tu amistad y tu amor,
porque juegas y te enserias...
porque sabes cómo eliminar mis problemas,
porque corres más rápido que yo, pero siempre me esperas.

Creo en tí...
porque cuando la angustia y la tristeza me acompaña, 
me invitas a pasear en tu esencia...
porque eres mi alegría,
porque me Amas, más de lo que crees.

Creo en tí, porque eres mi ilusión,
porque cuando te miro...tiemblas...
porque eres el reflejo de mi alma,
porque ...ya no sabrías que hacer sin mi..

domingo, 4 de junio de 2006

Muero de ti...



Muero de ti, amor, de amor de ti, 
de urgencia mía de mi piel de ti, 
de mi alma de ti y de mi boca 
y del insoportable que yo soy sin ti. 

Muero de ti y de mí, muero de ambos, 
de nosotros, de ese, 
desgarrado, partido, 
me muero, te muero, lo morimos. 

Morimos en mi cuarto en que estoy solo, 
en mi cama en que faltas, 
en la calle donde mi brazo va vacío, 
en el cine y los parques, los tranvías, 
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza 
y mi mano tu mano 
y todo yo te sé como yo mismo. 


Morimos en el sitio que le he prestado al aire 
para que estés fuera de mí, 
y en el lugar en que el aire se acaba 
cuando te echo mi piel encima 
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo, 
dichosa, penetrada, y cierto, interminable. 

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos 
entre los dos, ahora, separados, 
del uno al otro, diariamente, 
cayéndonos en múltiples estatuas, 
en gestos que no vemos, 
en nuestras manos que nos necesitan. 

Nos morimos, amor, muero en tu vientre 
que no muerdo ni beso, 
en tus muslos dulcísimos y vivos, 
en tu carne sin fin, muero de máscaras, 
de triángulos oscuros e incesantes. 

Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo, 
de nuestra muerte, amor, muero, morimos. 
En el pozo de amor a todas horas, 
Inconsolable, a gritos, 
dentro de mí, quiero decir, te llamo, 
te llaman los que nacen, los que vienen 
de atrás, de ti, los que a ti llegan. 

Nos morimos, amor, y nada hacemos 
sino morirnos más, hora tras hora, 
y escribirnos y hablarnos y morirnos.